Con la entrada en vigor de la normativa europea y nacional sobre Zonas de Bajas Emisiones (ZBE), que exige a las ciudades restringir el acceso de vehículos más contaminantes, la tecnología se ha convertido en un aliado indispensable. Aunque las políticas establecen las directrices para la creación de estas zonas, el verdadero éxito en su implementación depende de la integración de soluciones tecnológicas avanzadas como el reconocimiento automático de matrículas (LPR) y la videovigilancia inteligente.
Las ZBE comenzaron en 1996 en Estocolmo y en la última década están ganando popularidad. Esta normativa está impulsada por la Directiva de la UE sobre calidad del aire de 2008 y el escándalo del Dieselgate de 2015. Actualmente, hay más de 300 ZBE en Europa.
En España, la Ley 7/2021 de cambio climático y transición energética obliga a los municipios de más de 50,000 habitantes a establecer ZBE. Estas zonas restringen el acceso, circulación y estacionamiento de vehículos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. El objetivo es lograr reducciones medibles de emisiones para 2030 y un parque vehicular sin emisiones de CO₂ para 2050, en línea con el Acuerdo de París de 2015.
El sistema de reconocimiento de matrículas (LPR) de la plataforma de videovigilancia SCATI VISION permite identificar y registrar automáticamente las matrículas de los vehículos que acceden a las ZBE, verificando contra bases de datos de las administraciones si cumplen con las normativas de emisiones. Este proceso es rápido y automatizado, lo que reduce la necesidad de intervención humana y mejora la precisión del control.
En este sentido el VMS SCATI permite recibir en tiempo real alertas de vehículos que intentan acceder a las ZBE sin el distintivo ambiental adecuado, o con uno que no les permite la entrada, facilitando una respuesta inmediata ante infracciones y asegurando el cumplimiento de la normativa.
Los sistemas LPR no solo leen matrículas. Al integrarse con plataformas de gestión del tráfico en tiempo real, ofrecen información valiosa sobre el estado de la circulación en tiempo real. Esto permite interpretar patrones de tráfico, detectar anomalías y predecir congestiones, asegurando una aplicación justa y eficiente de las restricciones.
Haciendo uso de nuestra herramienta de Inteligencia del Negocio SCATI RECKON, es posible agregar en cuadros de mando estadísticas detalladas sobre los flujos de tráfico, ofreciendo un análisis exhaustivo de la movilidad urbana y la efectividad de las ZBE, transformando los datos en información útil para la toma de decisiones.
Además, estas plataformas permiten generar informes detallados sobre el impacto ambiental y la movilidad, optimizando el diseño de las zonas, identificando tendencias y mejorando la calidad del aire a lo largo del tiempo.
Por ejemplo, la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) de Barcelona se implementó en enero de 2020 con el objetivo de reducir la contaminación en la ciudad. Esta medida prohíbe la circulación de vehículos más contaminantes, como los diésel antes de 2006 y gasolina previos a 2000. Aunque la norma es de carácter general, hay pequeñas excepciones en las que se permite la libre circulación de vehículos como los vehículos dedicados al transporte de personas con movilidad reducida (VPMR), autorizaciones de actividad temporal, vehículos con matrícula extranjera, etc. Es importante que todos los vehículos exentos estén dados de alta en el registro del Ayuntamiento de Barcelona y que se les haya concedido el trato preferencial. De lo contrario no podrán circular y de hacerlo serán sancionados.
La ZBE comprende todo el centro de la capital entre la Ronda del Litoral y la Ronda de Dalt (sin estar incluidas éstas) y cuatro municipios: Cornellà de Llobregat, L’Hospitalet de Llobregat, Sant Adrià de Besòs y Esplugues de Llobregat. El periodo de restricciones comprende la franja horaria de 7 de la mañana a 8 de la tarde, de lunes a viernes y se controla con más de 100 cámaras distribuidas en más de 60 puntos diferentes.
Beneficios clave
- Automatización y eficiencia: el control automatizado reduce la intervención humana y permite una respuesta inmediata ante infracciones.
- Optimización del tráfico: la combinación de datos de LPR y análisis inteligente evita congestiones y mejora el flujo vehicular en y alrededor de las ZBE.
- Monitorización ambiental en tiempo real: cámaras y sensores integrados facilitan la evaluación continua del impacto ambiental.
- Seguridad vial: las cámaras detectan comportamientos peligrosos, mejorando la seguridad urbana.
En resumen, la combinación de LPR y videovigilancia inteligente no solo garantiza la supervisión de las ZBE, sino que aporta una gestión más eficiente, flexible y adaptativa, contribuyendo a la reducción de emisiones y la mejora de la calidad del aire urbano. Sistemas como SCATI SENTRY y SCATI RECKON refuerzan esta labor, ofreciendo soluciones tecnológicas avanzadas que maximizan la eficiencia en la gestión de las ZBE y el control del tráfico, garantizando que las ciudades se alineen con los objetivos medioambientales de forma efectiva y sostenible.
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